domingo, 14 de junio de 2009

ARTE

Son los fuegos de lienzo desaliñados;
Monedas de plata envanecidas;
Rimas de versos sin completar,
Guerras prohibidas siempre vencidas.

Amargo sonar de las rimas que lastiman;
Luz que deslumbra a las costumbres perdidas,
Papeles en blanco que marcan el descontento popular;
Locuras de placeres encerrados.

Obras con actores retiraros, marchitados;
Por los años de tantos telones;
Colores que salen de los cuadros…
Despuntando los sentidos y las interpretaciones.

Resultan tan gratas las maneras de las artes,
Las vidas de los viejos artistas de fuera de las carpas;
De adentro de las contradicciones y de las emociones…
Y muy afuera de las manipulaciones.

Golpea el débil de cuerpo y fuerte de justicia,
La masa incorruptible de los materiales,
Dando forma de alma al cuerpo de los humanos,
Regalando al fuego el capricho de las formas.

Las cosas cambian en las manos de los hombres;
En la mente de los pintores,
Y en los textos de los escritores;
La rutina de la humanidad traerá de su mano a las musas.

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