Era este un chico como cualquier otro sin ninguna atribución en particular; Era más bien del tipo servil, de aquellos muchachos que sueñan que toman al mundo entre las manos mientras se mean cerca del piquetero; Era así el chico mosquetero; Persiguiendo siempre un sueño, de esos que jamás se encuentran, de los que mas por falta de esencia que de forma son difusos ante la vista de los hombres; Que son como el reflejo de narciso; Aquel que frente a su espejo encontró al destino de la muerte; Era un joven de mirada tierna, quizá también ingenua… El recuerdo de esos ojos se borro hace mucho de mi memoria y de mi rostro; Era de un tipo muy exacto, muy amigable y a la vez tan patético, era así aquel chico de mi barrio.
Dicen las amistades que se alejan que en una ocasión se le vio tan radiante como el sol, tan brillante como una estrella. Recuerdo someramente aquel momento; me atrevería a decir que nuestro buen muchacho era feliz, pero no como el niño con el dulce, ni como el hombre con fortuna; Era verdaderamente feliz; Podríamos decir que estaba completo, pleno, probablemente satisfecho con el y con el mundo.
Era tan hermoso ver a aquel jovenzuelo ir de aquí para aya; cantando sus pregones, diciendo sus poemas mas dulces, mas inspirados, mas enamorados. Era así aquel muchacho, enamorado en aquella ocasión de ese encanto de mujer, de la dulzura de sus labios, del calor de sus brazos y el vibrar de su mirar. Amaba a aquella mujer con ternura, pasión, con el alma y con el corazón; Fue una locura; La mas hermosa de todas las locuras; De aquellas locuras que convierten a los hombres en seres inmortales y a las bestias en domables animales.
Nuestro muchacho sonreía al despertar pesando en su amada; Resultaba ser muy tierna la situación más aun la sensación. El miedo jamás se había aparecido en su corazón; Era simplemente FELIZ, era tormenta y era calma, era grito y era susurro, era verdad y era mentira, era todo y era nada.
Pero aprendió que la vida es CRUEL de verdad y que nada es para siempre; Mucho menos las ilusiones, cuanto menos las emociones; Aprendió que el AMOR es flor de un día; Que florece, reverdece y sin temor a nada simplemente muere. Se va entre las manos del amante febril, escapa de entre los susurros hacia un destino sin final; Te brinda sus últimas sacudidas y sin más solamente se va. Se va a donde va el viento en calma, se esconde de los hombres, avergonzado por ser tan irreal, por ser aquel que causa la herida, por ser aquel que siempre estará ahí destrozando el resto de mi vida.
Así es el sentimiento furtivo; Tan grande, tan bello y tan destructivo.
Mi querido amigo se fue, se esfumo en un mar de temores, se lanzo al vacío, desapareció; Tan sencillo como que solo murió. Murió para la vida, para la muerte y para el destino; Murió junto al amor, ebrios ambos de desprecio, tan fatigados uno del otro y a la vez tan melancólicos, tan extraviados, tan enamorados de aquella bella y a la vez horrible imagen. La imagen de la ternura de sus ojos y la hermosura de su rostro, la imagen de su cuerpo desfallecido en el umbral de los sueños, destilando la esencia del amor y el deseo.
Fue así que aquel muchacho después de una larga resaca despertó; Despertó de la muerte. Regreso a la realidad de la vida, después de una larga lucha con la gloria y con la desgracia.
Ahora que el tiempo a pasado canta, escribe, desprecia y lucha a causa de las heridas sin cicatrizar. Nunca mira hacia atrás por que sabe que en ese camino sigue el mismo dolor. En alguna otra ocasión se le vio en un lugar y luego en otro disfrutando de los placeres y de los vaivenes; Ahora ve mas claro y piensa en lo mejor. Se que se encuentra en el mas frío de los infiernos y en el mas hostil de los cielos; anda siempre en busca de distintos olores, de distintas texturas y distintos colores; Busca siempre lo contrario de lo que lo mato, de lo que cabo su tumba en vida; Busca ahora algo distinto al amor.
martes, 25 de mayo de 2010
ensayo de un escrito en 2008
Hoy no vale nada hablar de los tiempos fallados;
Son solo eso aquellos días pasados;
Ahora forman parte del pasado de mi alma,
Del delirio de mi cama;
Y del dolor de mis costados.
Hoy es solo eso aquella rencilla olvidada;
Parte del fondo de mi pensamiento como si fuera nada;
Como si fuera un sueño que no puedo recordar;
Como un suspiro que no puede susurrar.
Es tan solo eso… La sombra de mi hada.
La sombra de mi hada…
Aquella que siempre veo muy alejada;
Del mundo y de mi alma
Así es ella siempre lacerada y olvidada.
Por eso jamás de ella mi mano plasma.
Es por la sombra de mi hada…
Que hoy no escribo más del pasado;
Que hoy quemo es en esa hoguera;
La terquedad de mi ser enamorado;
Y la fragilidad de aquel suspiro defraudado.
Se que estuve muy pirado, muy enamorado;
Pero no de lo que los demás se enamoran;
Al contrario, del vicio más enajenado;
De aquel despiadado que hoy me hace soñar;
Que me hace cortar las cuerdas que me jalan;
Y que hacen a la sombra de mi hada odiar.
Son solo eso aquellos días pasados;
Ahora forman parte del pasado de mi alma,
Del delirio de mi cama;
Y del dolor de mis costados.
Hoy es solo eso aquella rencilla olvidada;
Parte del fondo de mi pensamiento como si fuera nada;
Como si fuera un sueño que no puedo recordar;
Como un suspiro que no puede susurrar.
Es tan solo eso… La sombra de mi hada.
La sombra de mi hada…
Aquella que siempre veo muy alejada;
Del mundo y de mi alma
Así es ella siempre lacerada y olvidada.
Por eso jamás de ella mi mano plasma.
Es por la sombra de mi hada…
Que hoy no escribo más del pasado;
Que hoy quemo es en esa hoguera;
La terquedad de mi ser enamorado;
Y la fragilidad de aquel suspiro defraudado.
Se que estuve muy pirado, muy enamorado;
Pero no de lo que los demás se enamoran;
Al contrario, del vicio más enajenado;
De aquel despiadado que hoy me hace soñar;
Que me hace cortar las cuerdas que me jalan;
Y que hacen a la sombra de mi hada odiar.
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Lo cansado que me siento ahorita y el dolor de huesos y costados valen la pena por la fuerza de espiritu que el calor, el sudor y los olores compartidos dejaron en mi alma; Ahora a descansar por que las disiplinas de pastillas y horarios no me dejan continuar con lo que me queda de dia. Un cafe, un poco de drogas y quiza un par de horas de sueño me daran fuerzas para otro dia mas sin la rubia morena
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